«La clave está en que el cliente no perciba nuestras estructuras internas, solo un servicio fluido y eficiente»

Retos de los profesionales de TI: Esperanza Rodríguez, responsable de Operaciones en Grupo Aitana-Opentix, analiza cómo coordinar talento, tecnología y cultura para ofrecer un servicio centrado en el cliente

Esperanza Rodríguez, responsable de Operaciones en Grupo Aitana-Opentix. Foto: cortesía. Portal ERP España.

En un panorama tecnológico que evoluciona veriginosamente, los profesionales de TI enfrentan desafíos crecientes para mantener la agilidad y la excelencia operativa. Esperanza Rodríguez, responsable de Operaciones en Grupo Aitana-Opentix, ha explicado a Portal ERP España cómo su equipo afronta los retos operativos en un entorno empresarial cada vez más digital, competitivo y en transformación constante. Desde su experiencia, destaca el valor de las personas, la automatización, la cultura corporativa y la coordinación para garantizar calidad y eficiencia en los proyectos.

Rodríguez asegura que su papel en la compañía se basa en “asegurar que todo fluya: desde los proyectos hasta las personas”, lo que implica coordinar equipos y garantizar que las soluciones lleguen al cliente con calidad, en plazo y con valor real. Señala que la organización ha evolucionado hacia una estructura ágil, colaborativa y orientada a resultados, algo que, en su opinión, “no se logra solo con procesos, sino con personas que entienden la importancia de remar en la misma dirección”.

Uno de los principales desafíos que identifica es “mantener la excelencia operativa en un entorno donde la tecnología y las expectativas cambian casi a diario”. A esto se suma el reto de la escalabilidad: “crecer sin perder lo que nos hace únicos”, así como alinear múltiples equipos en distintas ubicaciones con una visión común.

En cuanto a eficiencia operativa, subraya como avance clave la estandarización de procesos internos, especialmente en proyectos ERP. Este rediseño ha incluido automatizaciones y cuadros de mando con visibilidad en tiempo real, lo que ha permitido reducir tiempos y anticiparse a posibles desajustes. También resalta una iniciativa de revisión colaborativa entre equipos funcionales y técnicos, que ha reducido errores y mejorado la calidad de los entregables. “La mejora continua no es un eslogan para nosotros, es parte del día a día, y eso se nota tanto en los resultados como en la satisfacción del cliente”, asegura.

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En lo relativo al talento, desde Grupo Aitana-Opentix no se concibe la formación como un fin en sí mismo. Rodríguez explica que trabajan con planes de desarrollo individualizados, mentorización interna y certificaciones alineadas con la estrategia de la compañía. A esto se suma una cultura de pertenencia muy trabajada, porque “queremos que la gente no solo venga a trabajar, sino que sienta que su crecimiento importa”. “El Grupo Aitana-Opentix es un sitio donde se viene a aprender… y a quedarse”, añade.

Sobre cómo garantizar una experiencia de cliente homogénea y de calidad, destaca el papel de la coordinación operativa, la comunicación clara y el uso de herramientas colaborativas. Considera fundamental “que el cliente no perciba nuestras estructuras internas, solo un servicio fluido y eficiente”, gracias a líderes de proyecto que actúan como auténticos orquestadores.

Respecto al uso de inteligencia artificial y tecnologías en la nube, reconoce que el mayor reto es “decidir qué tecnología adoptar en cada momento sin perder el foco en el cliente”. Sin embargo, los beneficios son evidentes: desde diagnósticos predictivos hasta una mayor proactividad en soporte. Herramientas como Power BI o la integración de Copilot están transformando la forma de trabajar. “Copilot les echa una mano con informes, seguimientos o comunicaciones. Esto libera su agenda para lo realmente importante: aportar valor al proyecto, al cliente y al negocio”, señala.

En el plano de las integraciones o de adquisiciones, como Inforolot, Rodríguez habla de cada proceso como un “máster acelerado en gestión del cambio”. Subraya que “lo más importante es escuchar, tanto a los equipos que se incorporan como a los que ya están”, y construir una nueva cultura común es más importante que imponer procesos. En este sentido, destaca que cada integración debe planificarse con antelación, incluyendo sesiones de bienvenida, mentorías cruzadas y procesos de inmersión en los valores del grupo. “No se trata solo de unir estructuras, sino de sumar talento sin perder agilidad”, afirma. “Cuando integras una nueva empresa, estás uniendo culturas, formas de trabajar y maneras de entender el día a día. Ese aspecto cultural hay que trabajarlo con mucho cuidado. Para nosotros no se trata de absorber, sino de construir juntos una nueva identidad, donde todas las voces aportan y se enriquecen mutuamente”, señala.

Mirando al futuro, Rodríguez cree que la automatización inteligente y la hiperpersonalización marcarán el camino. Visualiza una organización más líquida, “donde los equipos se conforman y reconfiguran en función de los proyectos y no tanto de jerarquías”. En el grupo —afirma— “estamos ya en ese camino, y lo mejor es que lo estamos haciendo sin perder nuestra esencia: trabajar con y para las personas”.

En este escenario, la inteligencia artificial jugará un papel clave, pero “no será suficiente por sí sola”. “Vamos a necesitar reforzar aún más nuestra cultura de consultoría, desarrollando perfiles que entiendan de negocio, de procesos, de cambio organizativo... y que sepan trasladar todo eso al cliente”. Y añade: “La tecnología será la herramienta, pero el valor vendrá de nuestra capacidad de acompañar, transformar y marcar la diferencia”.

Con los pies en la operativa diaria y la mirada puesta en la transformación, Rodríguez defiende una forma de hacer empresa donde la tecnología, el talento y la cultura organizativa se entrelazan. En un contexto de constante cambio, insiste en que el reto no está solo en adaptarse, sino en hacerlo sin perder la dirección ni lo que hace único al grupo.